“A uno lo abrazan como hermano, pero no es un abrazo verdadero, es sin el corazón”

“…Gritan aleluya, cantan en creol, bailan y aplauden las alabanzas, ríen y lloran en comunión.
Algo distinto como se les ve en las calles, reprimidos y silenciosos,
observo como la luz ilumina rostros concentrados y ojos afanosos. Sentada y guiada por mi instinto,
sigo el ritmo de la ceremonia. Seré la única chilena en el lugar.”

Lafwa se desarrolla en Independencia, comuna a la que pertenezco en la Región Metropolitana.
Situada en este espacio, transformado por el flujo migratorio, nace la inquietud de aproximarme e
involucrarme con la comunidad haitiana que distinguía a diario en mi barrio.

El proyecto ahonda en escenarios que involucran la emocionalidad de haitianos y haitianas,
migrantes cuya mayoría están carentes de compañía familiar, que no dominan el idioma español y que
están insertos en una sociedad que tiene una fijación y trato diferencial discriminatorio.
Estas son algunas de las situaciones que incrementan la necesidad de buscar un refugio emocional
que les permita adaptarse en el nuevo territorio.

La gran mayoría se ha incorporado a la iglesia evangélica de manera activa y participativa, instancia
que les ha permitido conocer sus procesos de adaptación, generar lazos de amistad y
lograr redes que sirvan de apoyo a la hora de integrarse en una sociedad con múltiples barreras.