El tiempo huele a olvido

El tiempo huele a olvido

La búsqueda empieza a partir de mis inquietudes internas, algo así como intentar sacarme la piedra del zapato;
alarmas que comprenden la soledad desde el abandono, la memoria en relación al hogar dentro de un todo.

Viendo mi propio contexto, doy paso para conocer a personas ancianas en la comuna de Independencia (Nueva de Matte),
en un barrio donde se desarrolló mi infancia y gran parte de mi juventud.
La vejez se presenta como un concepto taciturno en la sociedad, el anciano vive su última etapa catalogado como un ser
incapaz de realizar actividades tanto físicas como psíquicas; obteniendo refugio dentro de su vivienda envuelta en vivos
recuerdos, que hablan de un pasado algo más sereno y emocional. Un amplio contraste con el cotidiano actual.

Cotidianamente los ancianos viven relaciones de conflicto y de falta de solidaridad intergeneracional, además de una
negativa valoración sociocultural, que a futuro debiera revertirse por el aumento de casi un 18% de población adulto mayor en el país.